7/5/08

la mitad de nuestra naranja, nuestro propio yo [consciente]





Leyendo el blog de “No quiero ser maceta” encuentro la dicha de encontrar a tu media naranja, la verdad, algo en lo que muchos de nosotros, mejor dicho de vosotros, creéis. Hace tiempo dejé de creer en el hecho de que alguien pudiera completar mi círculo, cerrando entre los dos un estado pleno e completo.
Recordando conversaciones… recuerdo aquella terraza, sentados los dos en sillas de camping, y contemplando un pequeño parque lleno de árboles. El día era hermoso, y la verdad, estaba eufórica, pero a la vez…por primera vez en mucho tiempo podía hablar tranquilamente de algo que creía cierto, creía en mi verdad y con mi tono de voz sentía mi propia tranquilidad, mi propia paz.
Hablando…de libros, canalizaciones, vivencias, experiencias…salió a la luz el mismo tema de las naranjas, del cual tengo mi propia conexión con la vida misma, pero no con la aceptación de otra mitad para cerrar el círculo.
Mi visión de una media naranja, significa círculos no cerrados, deseo de otra mitad para sentirse pleno, estar vacío y querer llenarlo con otra persona,…para mi errónea. En cambio, si vemos la mitad de la naranja como el inicio de nuestro yo, como la conciencia de uno mismo, encontraremos que tenemos mucho trabajo, trabajo personal para poder llenar la otra mitad nosotros mismos, sin la necesidad de otra persona. Cuando esta mitad esté completa, el amor será sin dependencias ni ahogos,… nada negativo. Claro está, con alguien que tenga su círculo cerrado, ya que si no, caeremos en el otro error, el cual, la otra persona dependerá de nosotros mismos.

El “desapego”, esencial.

Su’

1 comentario:

Álvaro dijo...

Que gran razón con tu post. Para empezar a querer a alguien has de empezar por tí mismo, por no volverte dependiente, por no necesitar de una persona que de sentido a tus días...sino que con ese alguien consigas complementar, alimentar y llenar, aún más, tus días y tu vida.

Lo malo de esto es que no te lo enseñan en la escuela, sino que lo aprendes después de uno o varios varapalos. Después de pasarte unos cuantos días hundido, con la cabeza baja, y miles de "y si..." y de "por qué's" devanándote el cerebro.

Un saludo.

PS: Comentar que he llegado aquí y leído tu blog después de saltar del de _Meia_. Estaría mal no decirlo.