El señor Lee no dijo nada. Simplemente señaló su nariz. Su nariz era más
Aguda que la de un perro. “Abro la puerta, me llega el olor y comprendo:
‘Oh, es el señor Park, tal y tal…” Su nariz era muy meticulosa. Esta
es la causa de que a menudo enseñe que si utilizamos nuestros ojos para
comprender el mundo, siempre perdemos un montón de energía.
Los ojos utilizan quizás el ochenta por ciento de nuestra energía.
Si cerramos los ojos, si somos ciegos o tenemos el control sobre lo que vemos,
la energía de nuestros ojos irá a nuestra nariz u oídos. Por lo tanto,
la conciencia-ojo del señor Lee no funcionaba,
pero esto hacía que su conciencia-oído y su conciencia-nariz fueran
muy poderosas.
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